Los ingresos monetarios reales, en mayo de 2011, cayeron un 5% en comparación con el mismo mes del pasado año. Al mismo tiempo, la inflación en su cálculo anual se aproximó muy de cerca al 10%. No conviene echar la culpa a la crisis: todo esto ocurre sobre el telón de fondo de estabilidad de la situación económica.
La población con ingresos por debajo del mínimo vital, en comparación con enero-marzo de 2010, creció en 2,3 millones, es decir, un 11,2%. Dicha población alcanzó los 22,9 millones de personas. Además, esta situación está empeorando especialmente rápido en 2011. Así, si se compara con el pasado diciembre, entonces el número de indigentes aumentó en 4,8 millones de personas, es decir, un 26,5%.
Hay que reconocer que el factor estacional normalmente influye en estos índices. Con frecuencia, el número de pobres aumenta a principios de año en comparación con el final del anterior, pero a continuación disminuye a lo largo del año. Así, en el primer trimestre de 2010, 20,6 millones de personas vivían bajo el umbral de pobreza, estabilizándose su número en el nivel de los 18 millones de personas al final del año. No obstante, el director del Instituto de los problemas de la globalización, Mihail Deliaguin califica lo que está ocurriendo ahora como un fenómeno sin precedentes. “Esto es muy grave, nunca ha habido nada parecido, —dijo. — Esta es una señal de que este empeoramiento posee un carácter global. Al tiempo que hoy crece el número de pobres con el telón de fondo de los altos precios del petróleo, significa que no es posible eliminar esto, como ya sucediera con el agravamiento de la coyuntura exterior que, por el contrario, ha mejorado”. El científico está convencido: en condiciones de estabilidad económica, la población se empobrece “por el abuso monopolístico y por el alto nivel de corrupción”. “Sencillamente, roban a la gente”, —destaca M. Deliaguin.
“La población se empobrece por el abuso monopolístico y por el alto nivel de corrupción. Sencillamente, roban a la gente”
Al mismo tiempo aumenta la cantidad del mínimo vital mismo. En el primer trimestre de este año en comparación con el cuarto trimestre de 2010 creció un 9,7%. Así pues, se considera que para no morir de hambre, el ciudadano medio en Rusia debe gastar no menos de 6.400 rublos (162 euros) [1] al mes. El mínimo vital para la población apta para el trabajo ascendió a los 6.900 rublos (174,30 €), a 5.100 rublos para los pensionistas (128,83 €), a 6.200 rublos para los niños (156,61 €). Recordemos que se trata del precio de un conjunto de productos y servicios, imprescindibles nada más que para la satisfacción las necesidades inmediatas de la persona, en primer lugar las fisiológicas. Al mismo tiempo, los productos alimenticios de la cesta de la compra se encarecieron en un 10,6%, los productos no alimenticios y servicios, en un 3,5% y un 11% respectivamente.
Los pensionistas viven peor
La tasa de inflación, aunque disminuye, permanece muy alta. Desde principio de año los precios aumentaron un 5%, y en el cómputo interanual (mayo de 2011 a mayo de 2010), en un 9,6%. Los precios subieron tras el 21-27 de junio: el mijo, un 0,5%; la carne de vaca, salchichas frescas, salchichas de Frankfurt, pescado congelado en piezas, vodka de calidad normal, margarina, productos de repostería, azúcar y té, un 0,2%—0,3%. Las patatas, en un 2,3%, las zanahorias, en un 0,6%. El precio de la gasolina aumentó en un 0,1%. En el intervalo de una semana esto es un aumento muy considerable. La inflación influye directamente en el descenso de los ingresos reales de la población que, en mayo de 2011 se redujeron un 5% en relación al mismo mes del pasado año. También disminuyó el montante de la pensión media en un 0,5% en comparación con el análogo periodo del pasado año. Ahora es de 8.200 rublos (207,13 €). Resulta que todos los “aumentos” con los precios, sencillamente, “se los comen” y, como resultado, los pensionistas viven no mejor, sino peor.
El analista del mercado financiero Antón Safonov opina que la inflación de principio de año influirá, sobre todo, en el cómputo total. Según su pronóstico, tras un arranque tan rápido, la tasa anual será alta. “En resumidas cuentas, el aumento de precios será un poco más bajo que el del año pasado, es decir, en torno al 7,5%, —explicó el experto. — Los ingresos reales bajarán también aproximadamente un 5-7% en el resultado anual. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el Servicio Federal de Estadística sólo calcula el valor oficial de los salarios. En relación a los cambios en la legislación, en particular, después del aumento de tasas de las cuotas seguros, la parte salarial se encuentra actualmente en una zona gris y no vemos una situación viable”. En opinión de Mihail Deliágin, la situación real puede ser aún peor. “El Servicio Federal de Estadística adorna, de manera regular las estadísticas, cambiándolas aparte para su mejora —afirma el analista. — Al principio, por ejemplo, la administración calculó que los ingresos de los ciudadanos cayeron en mayo un 7%. Esta fue una primera valoración, publicada hace una semana. Ahora la han corregido al 5%”.
Como quiera que sea, el coste de la vida crece constantemente. Y esto apenas se consigue compensar con la subida de los salarios. El RosStat calculó un subida del salario medio mensual que, según datos provisionales, en mayo de 2011 ascendió a 22.500 rublos (568,35 €), aumentando en un 12,5% en relación a mayo del pasado año. Si se descuenta el 9,6% de la inflación, se queda en migajas. Sin embargo hay un riesgo que el RosStat no contempla. Según datos de una encuesta realizada por el centro de investigación de Superjob, [2] sólo uno de cada cinco empresarios tiene planeado subir el salario de sus empleados en un tiempo cercano. [strong]
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