Ventana a Rusia

El instituto americano de matemáticas Clay esperó con impaciencia durante largo tiempo la conformidad del científico ruso Grigori Perelman a aceptar el premio dotado con un millón de dólares. El solitario decidió que la decisión de adjudicarle el prestigioso premio era injusta.

Recordemos que el instituto Clay comunicó, el 18 de marzo de este año, la decisión de otorgar el Premio del Milenio a Perelman por la demostración de la Conjetura de Poincaré. En 2000, el instituto seleccionó 7 problemas y prometió pagar, por la resolución de cada uno de ellos, hasta un millón de dólares. La Conjetura de Poincaré, formulada en 1904 por el matemático francés Henri de Poincaré, era uno de estos siete problemas. Una serie de medios de comunicación extranjeros dieron la noticia en marzo de que el premiado se negaba a recibir el galardón. Sin embargo, el mismo Perelman informaba entonces a “Interfax” que no había tomado una decisión concluyente. No apareció en la conferencia científica que se desarrolló en París el 8-9 de junio y en cuyo marco tuvo lugar la ceremonia de entrega de premios. No obstante, los organizadores del premio siguieron esperando pacientemente una respuesta. "El instituto de matemáticas Clay no tiene ningún plan sobre en cómo puede ser invertido el Premio del Milenio, excepto solo esperar respetuosamente la decisión del doctor Perelman", explicaron.

En los últimos cinco años, el científico peterburgués de 44 años no realizaba ningún trabajo científico e interrumpió los contactos con los colegas casi por completo. Rehuía el trato con la prensa y apenas si comentaba la situación con el premio. El jueves declaró a "Interfax”, que tomaba la decisión definitiva de rechazar el dinero y que ya hizo saber esto a los colegas americanos.

“Renuncio. Sepa que tenía muchas razones en uno u otro sentido. Por eso me tomé tanto tiempo en decidir", - dijo Perelman. “Para decirlo en pocas palabras, la razón más importante es el desacuerdo con las asociaciones matemáticas organizadas. No me gustan sus decisiones, creo que son injustas«, – declaró el científico. -»Creo que la contribución a la resolución de este problema (la demostración de la Conjetura de Poincaré) es del matemático americano Hamilton (Richard Hamilton) en absoluto no menos que yo”. Según palabras del científico, dirigió al instituto Clay la notificación oficial de su decisión hace cerca de una semana. Ahora, probablemente, le toca decidir al instituto, cómo invertir el millón de dólares en beneficio de la ciencia. Anteriormente comentaron que esperan decidir en otoño el destino del fondo monetario.

Los colegas de Perelman, por el contrario, creen considerable su contribución a la ciencia, relacionada con la argumentación de la Conjetura de Poincaré, pero al mismo tiempo reconocen el derecho del científico a rechazar el galardón y respetan su decisión. “Como los que escalan una montaña, no se entrega. Examina cada parte de la colina, tomando muchos años para su decisión, qué ruta será la más óptima. Pero el camino se impone al que avanza. Grigori Perelman es éste que avanza, el que alcanza las cimas del mundo tridimensional”, opina el científico Michael Atiyah. “Es posible que ahora las matemáticas tengan la necesidad de una década o más para construir un nuevo sistema de puntos de vista, basado en el descubrimiento de Perelman", está de acuerdo con él Mijaíl Grómov, otro de los matemáticos rusos que trabaja en Francia. El certificado simbólico del premio le fue entregado a Grómov, cuando Perelman no acudió a la solemne ceremonia en París Cada uno podría aprender del ascético ruso no sólo en lo relacionado con la ciencia, sino también en su actitud ante la vida, opina el científico americano William Thurston. “Manifiesto una profunda simpatía y admiración por su fuerza y pureza interior, por su facultad para ser fiel consigo mismo. Con Perelman hemos aprendido matemáticas. Es posible que, también tengamos que pensar en nosotros mismos y aprender de la relación con la vida”, - opina.

Recordemos que esta es ya la segunda ocasión en la que el científico rechaza un galardón de alcance mundial. En 2006 le fue otorgado el más prestigio galardón de las matemáticas, el premio Fields, pero también rechazó la Medalla y la recompensa en metálico de 15.000 dólares canadienses. [1] [2]