El Parlamento ruso aprobó el viernes [10 de junio de 2010] en su primera lectura, el proyecto de ley por el que se otorga al Servicio Federal de Seguridad (FSB) el derecho a hacer advertencias a ciudadanos que, en opinión del servicio especial, estén cercanos a la comisión de un delito.
El proyecto de ley también permite al FSB amenazar con la cárcel a quienes no cumplan sus disposiciones.
Las organizaciones defensoras de los derechos humanos opinan que esta ley puede ser utilizada para arrestar a opositores o a periodistas independientes y se contradice con las promesas del presidente Dimitri Medvédev de mejorar en Rusia la situación de los ciudadanos respecto a los derechos y libertades.
“Este es un paso hacia el estado policíaco, - dijo Vladimir Ulas, miembro del Partido Comunista. - De hecho, esta prohibición sirve para cualquier manifestación de la actividad de la oposición".
El proyecto de ley permitirá al FSB hacer amonestaciones que tengan fuerza jurídica, a todos aquellos que por sus actividades considere «que son provocadoras del nacimiento de causas y creen condiciones para la comisión del delito».
Ratificadas las enmiendas el viernes, también está prevista la responsabilidad administrativa de los ciudadanos por "desobediencia a una orden legal” del agente del FSB. El recalcitrante será castigado con un multa no muy alta de hasta 1.000 rublos o un periodo de arresto de hasta 15 días, sin embargo, a pesar de que en apariencia parezca un castigo suave, las organizaciones defensoras de los derechos humanos no las consideran innovaciones sin importancia.
“Las advertencias suenan inofensivas, sin embargo en Rusia pueden tener serias consecuencias, – dijo Allison Gill, jefa de la oficina de Human Right Watch en Moscú. - Es un considerable reforzamiento del poder del FSB".
Sin miedo ni vergüenza
Los 313 diputados del partido proputin Rusia Unida, que tiene la mayoría parlamentaria, votaron a favor de la ley. En contra estuvieron los diputados comunistas, los de Rusia Justa y los del LDPR.
Guennadi Gudkóv, miembro del partido «Rusia Justa», cuyo partido rara vez toma la palabra contra las propuestas del gobierno, llamó al nuevo proyecto de ley "reminiscencias de la URSS“ y prometió conseguir incluir en él enmiendas ante su segunda lectura.
La semana pasada, el Comité de Seguridad de la Duma rusa, de la que forma parte como miembro Gudkóv, recomendó a la cámara baja del parlamento aprobar el proyecto de ley.
Para que una ley sea aprobada de forma definitiva, debe recibir la aprobación de la Duma rusa en tres lecturas y el apoyo del Consejo de la Federación para, a continuación, ser firmada por el presidente. [1]
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