Parece que el deseo del Kremlin de destituir de su cargo al alcalde de la capital, Iuri Luzhkov, desbarata seriamente los planes del tándem gobernante. El caso es que, con eso, que lo destituyan o no, quedaría claro quién de nuestros dos gobernantes gozaría de más poder y autoridad. Al parecer, esa persona se convertiría, precisamente, en el próximo jefe del Estado.
Como escribe hoy [16 de septiembre de 2010] la "Gaceta Independiente", a lo largo de todos estos últimos años, el primer ministro y el presidente han procurado mantener la intriga en relación a las futuras elecciones presidenciales. A la pregunta de quién saldría del gobierno después de 2012, no daban respuesta directa, se limitaban a insinuaciones o medias insinuaciones, poniendo a los politólogos en un callejón sin salida. Sin embargo, una serie de expertos pronosticaron que la designación del sucesor se produciría no antes de un año, cuando quedara sólamente año y medio hasta las elecciones y ya hubiera expirado el periodo de los poderes de alcalde Luzhkov.
Pero a la vista de que, al más alto nivel, surgió en el orden del día, de forma completamente inesperada, el tema del alcalde de la capital y se discutió anticipadamente sobre su futuro, entonces pueden aplazarse los plazos de designación del nuevo jefe del Estado. De esta forma, la élite política del país también tiene que tomar una decisión antes del plazo estipulado. Elegir a quién se debe manifestar lealtad: al primer ministro o al presidente. La dimisión o no dimisión de Luzhkov, dará una señal evidente de a quien apoyar. A esto, recordemos, que el jefe del gobierno, Putin, no se ha definido todavía: despedir o no a Luzhkov. Según algunas informaciones, no quiere librarse de Iuri Mijáilovich [Luzhkov].
Además, como señalan los comentaristas, no se excluye que, a pesar de todo, el Kremlin lleve el asunto ya iniciado hasta el final y, con esto, Putin no se encontraría en el lado de los perdedores. Es posible, conjeturan los politólogos, que de este modo, sólo estuviera probando la voluntad política de su protegido.
Mientras, la situación se ve de la siguiente manera: Luzhkov declara que no está dispuesto a dimitir, denominando “sucia mentira” todos los datos comprometedores mostrados contra él por la televisión los pasados fines de semana, y que no tiene intención de defenderse de ellos. La Duma de Moscú le apoya claramente. El Kremlin, a su vez, baja los humos del terco alcalde, subrayando que la cuestión de la prolongación de la funciones de los poderes de alcalde de Moscú, de conformidad con la legislación de la Federación Rusa la decide, no él, Luzhkov, sino el presidente.
Mientras tanto, el grupo en la Duma de “Única Rusia” todavía no se inclina por el apoyo a tal o cual parte del conflicto y prefieren guardar silencio y esperar quién resultará ganador en la lucha. El fiscal tampoco se mezcla en el escándalo, aunque los temas descubiertos podrían, perfectamente, llegar a ser motivo de pesquisas.
Recordemos que en días pasados apareció una información de la que se deducía que Luzhkov sería destituido en 2-3 semanas. En el Kremlin, parece que ya han encontrado sustituto. Éste es o el Ministro de Situaciones Extraordinarias, Serguei Shoigú, o el viceprimer ministro, Serguei Ivanov, o el viceprimer ministro, Serguei Sobianin, o el ex gobernador del oblast de Kaliningrado, Georgui Boos. Además, la prensa añade otro viceprimer ministro, Igor Shuvalov y la anterior “eminencia gris” del Kremlin, Aleksandr Voloshin.
Mientras tanto, el ataque contra Luzhkov en los medios de comunicación, iniciado el pasado viernes, continuará en los próximos fines de semana. El canal NTV ya ha anunciado un nuevo documental sobre la mujer de Luzhkov, Elena Batúrina, que es la mujer más rica de Rusia. El documental, que será ofrecido dentro del ciclo “Sensaciones rusas”, se titula “Costosa Elena Nikolavna”. [1] [strong]
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