Desarrollo regional: en la tentativa de un desarrollo estable
La estabilidad del desarrollo de las regiones depende de una amplia variedad de factores: económicos, social-demográficos y ecológicos, cuyo impacto puede ser contradictorio. ¿Es sólido el desarrollo de los distritos autónomos de Tiuménskaia óblast, ricos en la extracción de petróleo y gas y cuya economía está basada en la producción de recursos no renovables? ¿O el de Moscú, que concentra el potencial financiero y humano de todos el país, pero que se asfixia en los atascos del transporte? ¿O el de las regiones del centro de Rusia, donde no están tan mal en cuanto a lo ecológico, pero la insuficiente inversión y los bajos salarios de los nuevos puestos de trabajo degradan su desarrollo humano? ¿O del Lejano Oriente, con unas infraestructuras poco desarrolladas y una prolongada fuga de población? Incluso esta rápida enumeración muestra que los problemas de un desarrollo estable difieren de manera apreciable según las regiones, en la medida en que tanto los factores económicos como los sociales y los ecológicos tienen considerables e incomparables diferencias territoriales.
La solidez del desarrollo económico de las regiones
La gran diferenciación de las regiones de Rusia por el nivel de desarrollo económico dificulta un desarrollo estable. Se considera precisamente como el problema más importante, aunque se sobrevalora su gravedad. En primer lugar, en la década de 2000 las diferencias económicas regionales disminuyeron: si en 2005 la relación del Producto Regional Bruto per cápita de la más «rica», Tiuménskaia óblast, productora de petróleo y gas, y de la más «pobre», la República de Ingushetia, alcanzó las 30 veces (con el ajuste del nivel de precios por regiones), en 2010 se redujo hasta las 13 veces. Esto fue una consecuencia de la centralización de los ingresos del petróleo y del gas en el Presupuesto Federal y de la redistribución a gran escala (de crecientes transferencias del Presupuesto Federal a la regiones menos desarrolladas) y también del ajuste de los habitantes de Ingushetia en el censo de población de 2010. En segundo lugar, aparte de las 2-3 regiones productoras de gas y petróleo más importantes, y Moscú, así como de algunas de repúblicas menos desarrolladas, la mayoría de las regiones de Rusia no se diferencian de forma demasiado significativa por el nivel de desarrollo económico.
Las diferencias de desarrollo económico de las regiones de Rusia, medidas por el índice Gini, también se redujeron en la segunda mitad de la década de 2000. Las diferencias interregionales en los ingresos de la población se redujeron desde 2002, gracias a la política estatal de redistribución. También se consiguió reducir la desigualdad regional por nivel de pobreza. En suma, la desigualdad social de las regiones se redujo de forma más constante, a pesar de que estos éxitos son obtenidos, fundamentalmente, a cuenta de la redistribución de las enormes rentas del gas y del petróleo.
En 2011, la caída de la producción industrial de las regiones de Rusia superó el 69%
El equilibrio del desarrollo de las regiones depende también de sus capacidades para adaptarse a unas condiciones económicas cambiantes y a superar las recesiones de las crisis. La reciente crisis golpeó de forma más acusada a las regiones metalúrgicas y de maquinaria pesada. En 2011, la caída de la producción industrial de las regiones de Rusia superó el 69%. La concentración en una región de industrias no competitivas o dependientes de la coyuntura de la globalización, sigue siendo un factor negativo a largo plazo y aumenta los riesgos del desarrollo.
El atractivo inversionista contribuye a la estabilidad del desarrollo, pero hay que aumentarlo de forma considerable en la mayoría de las regiones rusas. Las inversiones se concentran en las regiones productoras de petróleo y gas, en las aglomeraciones de las ciudades federales y allí donde se realizan importantes proyectos federales. En la crisis de 2009, el volumen de inversión se redujo un 16% y a finales de 2011 la caída de la inversión no se superó en la mitad de las regiones del país. Más del 40% de las regiones de Rusia no superaron la recesión de la crisis en la construcción de viviendas, además de que en 2011 la entrega de viviendas se redujo en la mitad de las regiones. La lenta salida de la recesión de la crisis de inversiones y de la entrega de viviendas está condicionada por un clima inversor desfavorable, lo que disminuye el equilibrio del desarrollo de las regiones.
El Estado no sólo crea las «reglas del juego», si no que también es un inversor: las inversiones presupuestarias constituyen la quinta parte de todas las inversiones de Rusia y, poco más o menos, se reparten a medias entre el Presupuesto Federal y los presupuestos regionales. Las inversiones del Presupuesto Federal van, en primer lugar, a proyectos importantes. Las regiones de Krasnodar y de Primorski krái recibieron en 2011 casi el 20% de todas las inversiones del Presupuesto Federal, para la preparación de las Olimpiadas y de la cumbre de la ATES, [Alianza Económica de Asia y del océano Pacífico] (en 2010, cerca del 17%); Tatarstán, para la preparación de la Universiada, el 5% (el 3% en 2010). En total, en 2011 las tres regiones recibieron la cuarta parte de todas las inversiones del Presupuesto Federal. Moscú, que posee un enorme presupuesto propio, recibió de nuevo un 10%, el mismo porcentaje (10%) que las repúblicas del Cáucaso Norte. No cabe duda de la necesidad de prestar ayuda a las regiones menos desarrolladas, así como de un problema no menos importante: el aumento de la eficacia de las inversiones presupuestarias en las repúblicas del Cáucaso Norte y en otras regiones de Rusia.
Influye de forma negativa en la solidez del desarrollo de las regiones el crecimiento de su dependencia de la ayuda federal. En 2011, el porcentaje de transferencias del Presupuesto Federal representó, de media del país, el 23% de la totalidad de los ingresos presupuestarios de las regiones (el 27% en la crisis de 2009), en comparación con el 16% de 2004. En 12 regiones, la proporción de las transferencias representan la mitad de la totalidad los ingresos presupuestarios, y en Chechenia e Ingushetia, cerca del 90%.
La estabilidad del desarrollo demográfico y social
Las tendencias demográficas influyen de manera negativa en la solidez del desarrollo: la población de Rusia se reduce y envejece. Las regiones del Centro y del Noroeste, con una estructura de edad de la población muy envejecida y una baja natalidad son las que más rápidamente se despueblan. En ellas, los ritmos de reducción de la población en el periodo entre los censos de 2002 y de 2010, alcanzó el 1-1,5% al año. En las regiones del Lejano Oriente y del Norte se observa una dinámica parecida o peor, y la disminución migratoria aporta la contribución fundamental, aunque las proporciones de la década de 2000 se han reducido en comparación con la décad de 1990. La población sólo aumenta en las repúblicas del Cáucaso Norte (a cuenta del crecimiento vegetativo), en las más importantes aglomeraciones del país y en algunas regiones del sur (a cuenta de la emigración), y también en la productora de gas y petróleo, Tiuménskaia óblast con sus distritos autónomos, donde intervienen ambos factores. Las medidas de apoyo a la natalidad, vigentes desde 2007, han suavizado la disminución natural de la población. Sin embargo, puede acelerarse en un futuro cercano porque los pequeños grupos de la generación nacida en la década de los 90 estarán en edad de tener hijos y numerosos grupos de la generación nacida en los años de la posguerra envejecerá. La despoblación se acelerará, en primer lugar, en la regiones de la parte europea de Rusia, con una población más envejecida.
Un importante logro social para el país ha sido el significativo aumento de la esperanza de vida: 3-5 años entre 2005-2010
Un importante logro social para el país ha sido el significativo aumento de la esperanza de vida: 3-5 años durante 2005-2010. La población de Rusia ha envejecido, aunque no tan acusadamente en comparación con los países desarrollados. El envejecimiento se frena por el todavía bajo nivel de longevidad rusa. El porcentaje de población de mayor edad es mucho más alto en las zonas central y del noroeste del país, y también en las regiones limítrofes con la Rusia europea. Según el censo de población de 2010, en algunas áreas rurales de las regiones Central y del Noroeste del país, la proporción de mujeres en edad de jubilación superó el 40% de las mujeres del campo, y en Moscú y San Petersburgo alcanzó el 30-33% del total de mujeres. En la década actual el proceso de envejecimiento se acelerará, crecerá el número y el porcentaje de población de mayor edad a consecuencia de la jubilación de la numerosa generación nacida en los años 50.
El envejecimiento de la población tiene consecuencias económicas: el crecimiento del déficit del Fondo de Pensiones con cargo del Presupuesto ruso. Además, los sistemas de protección social y de empleo tienen que adaptarse a las nuevas condiciones, fomentando funciones de asistencia social a los mayores, incluso con la implicación de ONGs, y contribuyendo a la creación de puestos de trabajo para aquellos pensionistas que conserven su capacidad de trabajo. Ahora mismo, hasta el 30% de la población en edad de jubilación trabaja; en el Lejano Oriente y en el Norte este porcentaje supera el 30%, y el 50% en las ciudades federales.
En la década de 2010, la población activa se reducirá rápidamente por las particularidades de la pirámide de edad rusa. Esto conllevará un déficit de recursos laborales, sobre todo en las regiones con una mejor dinámica de desarrollo económico, como las regiones de Kalúzhkaia, Kaliningrado y Belgoródskaia. Sólo en las más importantes aglomeraciones federales, el déficit en el mercado de trabajo será cubierto por emigrantes de otras regiones y países. Otras regiones desarrolladas atraen emigrantes de forma mucho más débil y, en 2011, en la mitad de las regiones del país hubo una fuga migratoria (en las regiones del Norte y del Lejano Oriente, en casi todas las repúblicas del Cáucaso Norte, en la mitad de las regiones de los Distritos Federales de Siberia y del Volga, principalmente en las menos desarrolladas). Además, el volumen de emigración interior rusa registrada por la estadística es casi dos veces más bajo que en la época soviética.
Para un desarrollo sostenido es necesario un crecimiento en la movilidad de la población migratoria, tanto entre las regiones como dentro de ellas. El desplazamiento de los territorios periféricos y deprimidos a las grandes aglomeraciones y ciudades con unas más amplias posibilidades de empleo, y el acceso a una educación y asistencia sanitaria de más calidad, contribuyen al desarrollo humano. Para acrecentar el atractivo migratorio de las grandes ciudades es preciso un desarrollo del mercado de la vivienda, la creación de nuevos puestos de trabajo, un aumento de la inversión en infraestructuras de vivienda y transporte y en el acondicionamiento del entorno urbano. Y para esto, hace falta un cambio institucional: ampliación de poderes así como un incremento de los recursos presupuestarios de los municipios, junto con un aumento del control de la población sobre las actividades de los órganos de gestión. Un desarrollo más activo de las grandes ciudades-centros regionales permitirá modificar el flujo migratorio, que ahora se concentra en las grandes aglomeraciones de Moscú y San Petersburgo, agravando los problemas de transporte, ecológicos y demás de las capitales. Además, el incremento de la migración interior mitigará los problemas del mercado de trabajo de las grandes ciudades, condicionado por la reducción de la población activa, y también reducirá, parcialmente, la demanda de trabajadores emigrantes del extranjero cercano por parte de los empresarios.
El volumen de emigración interior rusa registrada por la estadística es casi dos veces más bajo que en la época soviética
La estabilidad social depende del empleo y de los ingresos de la población. En este terreno se vislumbran, a grandes rasgos, tendencias positivas. El desempleo en Rusia es pequeño y no provoca significativas tensiones sociales, a excepción de repúblicas menos desarrolladas y de algunas regiones lejanas del norte y del este del país. El incremento del nivel de desempleo a causa de la crisis, a principios de 2009, (hasta el 9,5% de la población activa) fue breve y en 2011 el indicador se redujo hasta el 6,6%, volviendo, en la mayoría de las regiones, al nivel anterior a la crisis. Las medidas estatales en apoyo del empleo jugaron un importante papel, pero en caso de surgimiento de una nueva crisis, el mercado de trabajo de algunas regiones y, sobre todo, de las ciudades monoindustriales especializadas en la construcción de maquinaria, textiles y metalúrgicas estarán expuestas a considerables riesgos.
Los ingresos reales de la población rusa, en la década de crecimiento económico (1999-2008), crecieron 2,6 veces. Además, la desigualdad de las regiones, según los ingresos medios per cápita de la población, se redujeron a lo largo de los últimos diez años. En la crisis de 2009, el país en su conjunto pudo sortear la caída de los ingresos de la población gracias al apoyo estatal a gran escala. Pero la época de rápido crecimiento de los ingresos son cosa del pasado, ya que en el periodo de 2008 a 2011 los ingresos reales de la población rusa crecieron sólo un 6%, y en la mayoría de las regiones con industria exportadora (extracción de gas y petróleo, metalúrgicas) los ingresos reales de la población en 2011 fueron más bajos que antes de la crisis.
Una significativa reducción del nivel de pobreza, del 29% en 2000 al 12,6% en 2010, influye positivamente en un desarrollo estable. También se redujeron las diferencias regionales, pero aún son bastante altas: en 59 regiones de 83, el nivel de pobreza es superior a la media del país, de las que en 15 regiones fue de entre 1,5-3 veces superior. Las diferencias están condicionadas por un factor objetivo: una profunda diferenciación en el nivel de desarrollo económico de las regiones rusas y, por lo tanto, difícilmente superable.
El desarrollo de infraestructuras sociales y el acceso a servicios asistenciales es una condición imprescindible para el desarrollo humano. El acceso a los servicios también depende del sistema de asentamientos. En la mayoría de las regiones de Rusia el sistema de asentamientos se está transformando: los territorios de la periferia se despueblan y la población se concentra en las ciudades y en sus suburbios. El proceso de concentración de la población dura varias décadas y está condicionado por la urbanización y la culminación del tránsito demográfico en la mayoría de las regiones. Las ciudades importantes atraen a la población, por lo que en ellas es mayor el peso en instituciones de servicios sociales. En la segunda mitad de la década de 2000, a consecuencia del crecimiento de la natalidad, el problema más agudo fue el déficit de plazas en guarderías y el hacinamiento en ellas. En 2010, sólo en dos de las 94 ciudades rusas con una población de más de 200.000 habitantes y en 14 centros regionales con menos, las guarderías no vieron sus plazas totalmente ocupadas. En Krasnodar y en Yakutsk, para cada 100 plazas coincidieron más de 150 niños y en un tercio de las más importantes ciudades las plazas de las guarderías fueron ocupadas en un 25-50%. El problema se va mitigando gradualmente debido a la construcción de nuevas guarderías, pero de momento sólo está cerca de su solución en Moscú, con sus enormes recursos financieros. Formas menos costosas y flexibles de educación preescolar: pequeños jardines de infancia privados y pequeños grupos en locales acondicionados (experiencia de Kazajistán); un recargo a las madres por el cuidado de los niños mayores de tres años (experiencia de Permski krái), pero estas formas no han tenido una amplia difusión.
En la segunda mitad de la década de 2000, a consecuencia del crecimiento de la natalidad, el problema más agudo fue el déficit de plazas en guarderías
A mediados de la década de 2000, en las poblaciones rurales se optimizaron pequeños complejos de escuelas y pequeños centros médicos. Se partió del supuesto de que los centros debían elevar la calidad de sus servicios de educación y salud, pero el principal criterio para la optimización fue que fuera conforme a la normativa de gastos presupuestarios. Precisamente este fue el criterio que, hasta 2012, se tuvo en cuenta en la valoración de la eficacia de las actividades de los órganos ejecutivos de las regiones. La aguda reducción del sistema reduce la accesibilidad territorial a los servicios sociales básicos, sobre todo en las poblaciones rurales. En Tambóvskaia óblast el número de escolares se redujo el cuádruple entre 2000-2010; en Lipétskaia óblast y en Ómskaia óblast, y en las repúblicas de Bashkortostán y de Mordovia, casi el doble (fundamentalmente, por la conversión de su estatus de pequeños complejos escolares en filiales de las más grandes). La población rural de estas regiones se redujo en un 2-13% y en el sistema de asentamientos predominan las aldeas medianas y pequeñas. Parecidos ritmos de reducción del número de escolares en las regiones de Pskóvskaia óblast, Tvérskaia óblast e Ivanóvskaia óblast son más comprensibles: estas regiones de Nechernozemie [1] se caracterizan por el predominio de pequeñas poblaciones rurales y porque hace tiempo que se van despoblando y poseen una baja natalidad. El proceso de reducción del sistema de escuelas y su aglomeración debido a la despoblación irá a más, pero debiera ser ligado a las particularidades de asentamientos en la región para manetener, lo máximo de posible, la accesibilidad territorial.
Los centros de educación superior se concentran en las grandes ciudades. Entre 1990-2010, el número de centros de enseñanza superior aumentó 2,2 veces y considerablemente el de sus filiales, pero la calidad de la formación de muchos centros de enseñanza es baja, lo que es reconocido por el Ministerio de Educación de la Federación Rusa. En la decena de regiones líderes por número de estudiantes por cada 10.000 habitantes, se encuentran Kúrskaia óblast y Magadánskaia óblast (el índice es un 30% superior a la media del país) aunque estas regiones nunca fueron importantes centros de escuela superior. También son superiores a la media los indicadores de Kamchatski krái, Orlóvskaia óblast y la república de Chuvashia, aunque estas regiones tampoco tienen relación con centros de enseñanza superior. Hace tiempo que se está gestando la necesidad de reducir el número de centros de enseñanza superior y de sus filiales, así como de elevar la calidad de la enseñanza superior, a lo que también empuja la iniciada disminución del número de jóvenes. La ampliación de centros de enseñanza superior por la creación de universidades federales no ha resuelto el problema y la planeada reducción, por parte de las autoridades federales, del número de estos centros en las regiones, precisa de criterios transparentes y apropiados en la valoración de la calidad de la enseñanza superior.
Los gastos sociales estatales contribuyen al desarrollo humano, así como a aumentar la estabilidad del desarrollo. En los últimos tres años, los gastos sociales crecieron rápidamente en los presupuestos consolidados de las regiones: en el periodo de crisis, los gastos en política social y en el pago de prestaciones; en 2011, en sanidad pública y en educación.
La calidad de la formación de muchos centros de enseñanza es baja, lo que es reconocido por el Ministerio de Educación de la Federación Rusa
Esto significa que, además del necesario crecimiento de la financiación de los servicios sociales, debe aumentarse la eficacia de los gastos sociales. Una de las corrientes está en tener en cuenta las peculiaridades regionales en la gestión de los servicios sociales. En regiones con un sistema diferente de asentamientos y con diferente nivel de desarrollo se distinguen de forma apreciable sistemas de optimización de las redes de servicios sociales, su dotación en cuadros cualificados, las demandas de equipos médicos y de centros especializados en alta tecnología médica, etc. La elección de las prioridades de financiación de los programas federales deben realizarse conjuntamente con las regiones, aunque no es una tarea fácil. Las mismas regiones son capaces de resolver el problema de optimización de las redes de servicios sociales, escogiendo la óptima combinación de diversas formas (escuelas, sistema de prácticas de medicina general, autobuses escolares, sistemas de teleasistencia y asistencia ambulatoria, ampliación de centros, etc.) teniendo en cuenta el acceso de la población a los servicios y los recursos de los presupuestos regionales.
La sostenibilidad ecológica
La situación ecológica de las regiones rusas depende de las especificidades de su economía. Las regiones productoras de gas y petróleo, de la industria metalúrgica y del carbón son las que poseen un mayor volumen de vertidos de sustancias contaminantes a la atmósfera. Casi la tercera parte de todos los vertidos contaminantes de Rusia corresponde al Distrito Federal de Siberia, incluyendo el 13% de Krasnoiarski krái. Un 27% corresponde al Distrito Federal de los Urales, incluyendo el 11% del Distrito Autónomo de Janty-Mansiski. La proporción de vertidos a la atmósfera de Krasnoiarski krái, de los distritos autónomos de Janty-Mansiski y de Yamalo-Nenetski, de Kemeróvskaia óblast y de la república de Komi superó en 4-10 veces a la de la población del país.
En 2006-2010 la situación ecológica mejoró: en el 60% de las regiones rusas se redujo el volumen de vertidos contaminantes. Más de las 2/3 de las regiones con mayor contaminación atmosférica tuvieron una dinámica positiva, a lo que contribuyó la disminución de la producción en tiempo de crisis. En Siberia, en general, se mantiene la tendencia negativa en el crecimiento del volumen de vertidos como mayor problema, especialmente patente en las regiones de Kémerovo y de Irkútsk. Las grandes empresas rusas, incluidas las compañías estatales, ahorran a menudo en inversiones en tecnologías ecológicas más limpias. Para las regiones de Siberia hace falta, sobre todo, una política ecológica estatal más rigurosa.
La estadística de contaminación atmosférica por regiones es imprecisa, ya que las principales fuentes de contaminación se concentran en ciudades concretas. Aparte de la industria, el automóvil se ha convertido en una importante fuente de contaminación. Al tomar en consideración todas las fuentes de vertidos contaminantes a la atmósfera, entonces la geografía de regiones desfavorecidas se modifica en parte, aunque las regiones de Siberia siguen siendo las más problemáticas. Según un informe del Ministerio de Recursos Naturales de Rusia, en la lista preferencial de ciudades de la Federación Rusa con mayor nivel de contaminación atmosférica están incluidas 14 ciudades del Distrito Federal de Siberia, cinco ciudades repartidas en los distritos federales de los Urales, del Volga y del Sur y cuatro en el Lejano Oriente.
Las grandes empresas rusas, incluidas las compañías estatales, ahorran a menudo en inversiones en tecnologías ecológicas más limpias
El grado más elevado de contaminación de las aguas residuales depende de la concentración de la población. A Moscú le corresponde el 10% del total de vertidos contaminantes por aguas residuales; a San Petersburgo, el 7%, y al densamente poblado de Krasnadarski krái, el 5%. Por la concentración de empresas que utilizan mucha agua (petroquímicas, de celulosa y papel, y metalúrgicas), ha aumentado el porcentaje de Samárskaia óblast, Kemeróvskaia óblast, Sverdlóvskaia óblast y Cheliabínskaia óblast (entre el 4-5% del volumen total de vertidos de aguas residuales del país). El volumen de vertidos de aguas residuales de Rusia, así como el de contaminación atmosférica de procedencias estacionarias se redujo un 7% entre 2006-2010. La disminución se hizo notar en dos tercios de las regiones y seis de los distritos federales, a excepción de los Urales y del Lejano Oriente. Entre regiones con mayor volumen de vertidos de aguas residuales se mantiene la tendencia al crecimiento de la contaminación de las aguas en Samárskaia óblast, Kemeróvskaia óblast y Cheliabínskaia óblast.
Y una forma de contaminación más: los residuos industriales. De las 23 ciudades con mayor volumen de residuos industriales, 10 se encuentran en Kemeróvskaia óblast, dos ciudades de Sverlódskaia óblast, Murmánskaia óblast y Bielgoródskaia óblast, y de Krasnoiárski krái. Estas regiones y ciudades están especializadas en la extracción de carbón o minerales.
En su conjunto, la estadística muestra que las regiones rusas especializadas en la extracción de materias primas y metales y en la producción química poseen los peores indicadores en todo tipo de contaminación. Estas regiones están insertas en la economía global como proveedoras de materias primas y productos semifacturados y cuya producción contamina el medio ambiente. Las más importantes aglomeraciones del país se distinguen por la contaminación de sus aguas residuales y del tráfico. Los problemas ecológicos de Rusia son los típicos de los países en desarrollo: una economía extractora de recursos que contamina el medio ambiente y unas megápolis con problemas ecológicos.
El índice de desarrollo humano de las regiones
El índice de desarrollo humano (IDH) de las regiones de la Federación de Rusia se calcula según la antigua metodología del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo con respecto a la falta de datos estadísticos oficiales sobre el periodo medio y esperado de educación. La medición de la estabilidad del desarrollo de las regiones con ayuda del IDH muestra un cuadro favorable, en todas las regiones el índice creció sensiblemente en la década de 2000. En 2010, en el conjunto de Rusia, el índice aumentó de forma insignificante en comparación con los años precedentes. El crecimiento se constató en 71 de las 80 regiones (el índice no ha tenido en cuenta a los tres distritos autónomos que se han incluido en la estructura de otras regiones). El IDH de Sajalínskaia óblast y de Krasnoiarski krái aumentó más rápidamente gracias al crecimiento de su avanzada economía en la extracción de petróleo y gas. En la República de Tyva aumentó la esperanza de vida y otros componentes del índice. La mejor dinámica del IDH en las regiones del extremo norte (Magadánskaia oblast, Murmánskaia óblast, República de Komi)y en Ingushetia, estuvo condicionada por causas estadísticas: el censo de población de 2010 sacó a la luz una sustancial reducción de sus poblaciones por lo que crecieron el índice per cápita del Producto Regional Bruto y el índice de la cobertura de educación. La significativa reducción del índice en Moscú también se debió a razones estadísticas: el importante crecimiento de su población según el último censo de población. El principal factor de la dinámica negativa del IDH de distrito autónomo de Chukotska es la disminución de la esperanza de vida en año y medio.
Mostrar el mapa del Índice de Desarrollo de la regiones de Rusia 2013 a pantalla completa
En el ránking de regiones, San Petersburgo alcanzó el segundo puesto, tras Moscú, porque la fórmula de la antigua metodología de cálculo limita la aportación del componente económico en el IDH de la principal región del Complejo del Combustible y la Energía, Tiuménskaia óblast. Además de las ciudades federales, en los primeros diez puestos del ránking están presentes las regiones especializadas en el sector de la exportación: extracción de recursos combustibles y metalúrgicos. De ellas, sólo Belgoródskaia óblast, República de Tatarstán y, en menor grado, Tómskaia óblast, poseen un alto índice en los tres indicadores del IDH, es decir, que el índice de desarrollo humano de ellas está más equilibrado. Entre las regiones con un bajo IDH están las regiones más deprimidas a causa de la crisis de sus economías y por la baja esperanza de vida. Entre las regiones de segunda fila, que eran las que predominaban antes, las repúblicas menos desarrolladas reciben ayuda a gran escala del Presupuesto Federal y no sintieron de forma acusada la recesión económica durante la crisis y sus indicadores sociales del IDH son los más favorables.
La diferenciación regional por el IDH apenas cambia: un poco más del 20% de la población de Rusia vive en regiones relativamente prósperas (incluido el 8% de Moscú), cerca del 10%, en regiones de segunda fila y más de las dos terceras parte en regiones con un nivel medio de desarrollo humano. Estos porcentajes no cambiaron en la década de 2000, es decir, que la desigualdad posee un carácter estable.
Conclusiones y recomendaciones
En el tránsito de Rusia a un desarrollo equilibrado, el papel principal lo jugó la reducción de la diferenciación del nivel de vida de las regiones en la década de 2000, sobre todo, de la desigualdad en el nivel de vida de la población. Durante 2005-2010, la diferenciación regional por ingresos de la población, nivel de pobreza y renta per cápita del Producto Regional Bruto disminuyó gracias a la política estatal de redistribución a gran escala, con lo que la desigualdad de las regiones se redujo de forma más sólida. La variación de la estabilidad del desarrollo de las regiones con ayuda del IDH, también muestra un cuadro favorable: en todas las regiones, durante la década de 2000, el índice creció de forma apreciable. Un importante avance social en este periodo fue el significativo aumento de la esperanza de vida de la población. Sólo una eficaz política social y regional que tenga en cuenta las singularidades de las diferentes regiones podrá garantizar un desarrollo equilibrado a largo plazo.
Se pueden distinguir algunos grupos de regiones con una diferente combinación de problemas de desarrollo equilibrado y de prioridades en su resolución. La singularidad de los problemas del resto de regiones está expresada de forma menos precisa y ocupan una posición intermedia entre los modelos destacados. Entre las tareas prioritarias que requieren de realización para un determinados grupos de regiones, se pueden distinguir:
— Las ciudades federales y sus aglomeraciones: problemas ecológicos y de infraestructura condicionados por la masificación automovilística y el flujo migratorio a gran escala, problemas sociales de una desigualdad máxima de la población según ingresos y los problemas de adaptación de los emigrantes.
— Las más importantes regiones en la extracción de recursos en el Norte y en el Este del país: graves problemas ecológicos, agotamiento de la fuente de recursos y, a largo plazo, los riesgos económicos de la monoespecialización, la fuga migratoria en la mayoría de las regiones, una fuerte desigualdad de la población según ingresos y más altos riesgos de paro.
— Las regiones metalúrgicas de los Urales y Siberia: una situación ecológica muy desfavorable, una infraestructura poco desarrollada y unas incómodas condiciones de vida, la marginalización de la población de las ciudades industriales pequeñas y de las poblaciones agrícolas y un alto riego de aumento del desempleo, sobre todo en las ciudades monoindustriales.
— Las regiones del Lejano Oriente y de Transbaikalia [2]: una infraestructura débilmente desarrollada, unos bajos ingresos de la población teniendo en cuenta el coste de la vida, un elevado desempleo y una prolongada fuga migratoria.
— Las regiones de desarrollo medio del Centro y del Noroeste y de la parte del bajo y del medio Volga: un elevado envejecimiento de la población y la despoblación, unos bajos ingresos de la población, una reducción de la red de servicios sociales y una degradación de las poblaciones agrícolas, y una degradación del atractivo inversionista.
— Las repúblicas menos desarrolladas: predominio de una economía sumergida, un bajo atractivo inversor, un elevado nivel de desempleo, una baja calidad de la enseñanza y de la sanidad pública.
La política regional rusa está dirigida, en gran medida, a apoyar a los dos grupos de regiones más problemáticas: el de las regiones que están situadas en la lejanía y el de las menos desarrolladas. Se han aprobado y se están realizando programas federales de desarrollo de la regiones del Lejano Oriente y del Pribaikal [3], así como del Cáucaso Norte. Para el desarrollo de estas regiones se han dispuesto considerables inversiones del Presupuesto Federal. Las medidas anticrisis en apoyo de las ciudades monoindustriales jugaron un papel determinante, sobre todo en las de los Urales, Siberia, Noroeste y en el territorio a lo largo del medio y bajo Volga. La reciente ampliación del territorio de Moscú está llamada a contribuir al alivio de los problemas de transporte y otros de la megápolis. Sin embargo, las prioridades y las medidas de apoyo anteriormente mencionadas deben aumentar su eficacia de forma considerable para proporcionar un desarrollo equilibrado de otros grupos de regiones.
Geográficamente, las políticas de prioridades regionales examinadas son insuficientes y difíciles de implementar sin unas más amplias reformas institucionales. Las más importantes son:
— Aumento de la eficacia y transparencia de las políticas de redistribución de las autoridades federales, incremento del porcentaje de transferencias asignadas según reglas claras y conforme al nivel de desarrollo y condiciones de vida de las regiones. De igual forma, debe modificarse también la política de reparto de las autoridades regionales con respecto a los municipios.
— Desregulación y descentralización de la gestión, transferencia de poderes y de ingresos fiscales a las regiones y municipios. En esta decisión existen grandes riesgos: la desigualdad regional se agravaría y la eficacia ni de lejos crecería por doquier, puesto que el grado de gestión en regiones y municipios es diferente. Sin embargo, la descentralización contribuiría al desarrollo de las ciudades, sobre todo, de los importantes centros regionales.
— Feedback para aumentar la calidad de la gestión y evaluación de las decisiones directivas por la población. El mejor feedback: las elecciones directas a alcaldes y gobernadores.
— Una política social adaptada a las condiciones regionales y no cortada por un único «patrón» para todo el país. La solidez del desarrollo aumentará con una diversidad de «mejores prácticas» que tengan en cuenta las condiciones regionales. La política de las autoridades federales debe estimular la difusión de «las mejores prácticas» para reducir los costes de optimización de las redes de servicios sociales para los habitantes de las regiones despobladas.
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